MIRALDA-SELZ 05. Dîner en quatre couleurs

Para su debut oficial, Miralda-Selz transformaron temporalmente la Galerie Givaudan en un restaurante: el Chez Givaudan. Instalaron una cocina alquilada en la planta baja y el comedor en el primer piso, en la sala de exposiciones que daba al boulevard Saint-Germain. En cada mesa había panes y servilletas coloreadas que indicaban la tonalidad de los dos menús monocromáticos con los que iban a ser agasajados los sesenta convidados. Todos los invitados recibieron el mismo menú, pero el color de los alimentos dependía de la mitad de la mesa que ocuparan. A cada mesa le correspondían dos colores distintos, pero los invitados intercambiaron los platos espontáneamente para crear sus propias paletas. Los Traiteurs Coloristes sirvieron gelatinas y panes en forma de pájaro como entrante, y arroz con pollo como plato principal, seguido de quesos y ensaladas. De postre, mantecados con forma de paleta de pintor (el logotipo de Miralda-Selz). De beber, agua y vino. En el menú, escrito a mano e impreso, se enumeraba cada una de las ofrendas comestibles en cuatro colores: rojo, azul, amarllio y verde.