Para hacer oficial el noviazgo entre Colón y Liberty se utilizaron tres bacalaos a modo de pergaminos. Las familias de los novios —los alcaldes de Barcelona y Nueva York— firmaron estos documentos prematrimoniales. Miralda eligió el bacalao por su poder simbólico: era un producto fundamental desde el punto de vista económico en la época de los vikingos (en torno al año 800 a. C.). Por tanto, contribuyó a la creación de redes comerciales, y favoreció el intercambio transcultural entre el Viejo y el Nuevo mundo.