El monumento From Mateu to Franco es un tributo alegórico a Miquel Mateu i Pla (1898-1972), prócer barcelonés, empresario, financiero y amigo íntimo del general Francisco Franco, quien lo nombró alcalde de Barcelona el 27 de enero de 1939, al día siguiente de que el ejército fascista tomara la Ciudad Condal. Como paradoja semántica e ideológica, el propio título del proyecto recupera la frase con la que el alcalde encabezaba sus escritos en Madrid, con la fórmula de cortesía «Mateu a Franco», que en catalán significa «Matad a Franco».
Se trataba, por tanto, de un trabajo con evidentes connotaciones políticas, articulado en torno a una instalación que presentaba una pieza con la forma del símbolo del dólar, construida mediante ladrillos y revestida de alquitrán por dentro y por fuera. La ubicaron entre las columnas del claustro de unos antiguos cuarteles militares, aprovechándolas como elemento de tensión y delimitación, remitía a otros proyectos emparentados, como la Infinity Table, el Zapato mesa de Liberty , o la columna de platos de la Falla aquàtica.
En la parte superior de este híbrido de mesa, barrera y monumento había un mosaico-collage elaborado con más de veinticinco mil monedas de 1 peseta -conocidas popularmente como rubias por su color dorado- fuera de circulación. Las monedas mostraban alternativamente la cara de Francisco Franco y el escudo nacional español.
Envueltos por el penetrante olor del alquitrán y por su textura pegajosa -que generaba una atmósfera olfativa y táctil, voluntariamente molesta-, los visitantes eran invitados a intervenir en la obra, añadiendo sus propias monedas.
La instalación sirvió como maqueta de un proyecto previo: un dólar monumental y fragmentado, también de alquitrán, concebido para ubicarse en el espacio público, en el que los viandantes, aprovechando la adherencia del material, podrían pegar, en un proceso sin fin, sus propias monedas retiradas de la circulación. Al ser expuestas de forma permanente a las inclemencias del tiempo, podría observarse su fosilización.